Con esfuerzo, sensibilidad artística y una profunda conexión con la cultura china, nuestros estudiantes se preparan para representar al colegio en uno de los certámenes interculturales más importantes del país.
El Concurso Puente Chino, organizado a nivel mundial por el gobierno de China, es uno de los eventos más importantes en la enseñanza del idioma y la cultura china. En esta nueva edición, la fase nacional en Perú, programada para este sábado 14 de junio en Piura, reunirá a estudiantes de todo el país que competirán en tres áreas exigentes: discurso en chino, preguntas culturales y presentación de talento artístico. Entre los participantes se encuentran nuestros estudiantes de tercer año de secundaria: María José Pun Kay Aparicio y Mathías Ruíz Sánchez.
Ambos han demostrado compromiso y excelencia en su preparación, acompañados de sus profesores de idioma chino y con el soporte constante del profesor Juan Cánepa y Miss Martha Ballón, quienes los asistirán durante toda la experiencia.
María José: la música como puente entre culturas y raíces
Para María José, la música no es solo una afición, es un lazo vivo con sus raíces. Este sábado 14 de junio, llevará a Piura no solo su talento, sino una parte de su historia familiar y personal.
«Tocar el erhu y el zhongruan es una forma de acercarme a mis raíces chinas. Me conecta con una parte importante de mi identidad», comenta con emoción.
María José comenzó su camino musical en 2021, en plena virtualidad. Desde entonces, ha perfeccionado su técnica en estos dos instrumentos tradicionales chinos y los ha convertido en su forma más auténtica de expresión. Su primer acercamiento ocurrió en 2018, cuando vio tocar a un maestro y supo, incluso siendo muy pequeña, que quería aprender.
«Esta participación es un gran honor. Representar al colegio y a mi familia me llena de orgullo», afirma. En casa, su pasión por la música siempre fue alentada. También toca guitarra y violín, pero es en el erhu donde siente que su identidad cultural encuentra una voz única.
Mathías: el saxofón y la quena como pasiones de vida
Lo que comenzó como una sugerencia insistente de sus padres, terminó por convertirse en una pasión musical que hoy define a Mathías. Desde los 8 años, el saxofón es su compañero constante, y más recientemente, también lo es la quena.
«Al inicio no quería. Pero después nació un amor por el saxofón que sigo cultivando hasta hoy», confiesa con honestidad.
Además, desde el año pasado, explora el sonido ancestral de la quena, un instrumento que, según él, le genera una «conexión diferente» por su vínculo con la identidad peruana. «El Puente Chino es una gran oportunidad para mostrar mi talento, conocer a otras personas interesadas en la cultura china y, por qué no, soñar con llegar a China», señala con entusiasmo.
Más que un concurso: una travesía cultural
Para Juan XXIII, esta participación representa no solo un logro académico, sino también una muestra del enfoque intercultural e integral que caracteriza a la institución.
La historia de María José y Mathías es también la historia de nuestra comunidad educativa que cree en el valor de tender puentes: entre generaciones, entre culturas y entre talentos. Con dedicación, sensibilidad y amor por lo que hacen, estos jóvenes representan a Juan XXIII en uno de los escenarios más importantes del año.