Durante tres semanas, estudiantes y familias del colegio vivieron una experiencia transformadora en China, combinando aprendizaje cultural, vínculos humanos y alianzas educativas que fortalecen el proyecto intercultural del colegio
Tres semanas. Seis ciudades. Cientos de aprendizajes. El esperado Campamento Familiar 2025 en China llegó a su fin y dejó huella en nuestra comunidad educativa. Los 38 participantes, entre estudiantes, familiares y exalumnos, regresaron a Lima con entusiasmo y el corazón lleno de memorias inolvidables. Lo que vivieron fue mucho más que un recorrido cultural: fue un verdadero puente de amistad entre Perú y China, construido con respeto, curiosidad y profundo sentido de identidad.
El campamento, impulsado por el colegio en alianza con seis instituciones chinas, llevó a los participantes por Beijing, Xi’an, Chongqing, Chengdu, Xuzhou y Shanghái. En cada ciudad se abrieron nuevas puertas para la cooperación educativa, la formación docente y las oportunidades universitarias de los estudiantes.
Para la directora del colegio, Jennifer Paján, esta ha sido una experiencia «singular, única e inolvidable». Resalta que fue el primer viaje en el que no solo participaron estudiantes, sino también sus familias, incluidos padres, madres y hasta abuelos. «Hemos compartido aprendizajes, desafíos y emociones. Ha sido una experiencia profundamente humana», afirma.






Un descubrimiento cultural
Más allá de admirar la modernidad de las ciudades chinas o la riqueza de su patrimonio milenario, el grupo experimentó un valioso intercambio cultural. Cada tres participantes fue acogido por una familia anfitriona china, con quienes compartieron momentos en sus hogares, paseos y comidas. «Ese contacto cercano nos marcó. Nos acogieron con generosidad y cariño. Volvemos enternecidos por los vínculos que se crearon», relata emocionada la directora.
El campamento no estuvo exento de retos: enfrentaron temperaturas de hasta 43 grados de sensación térmica. Pero el grupo se mantuvo unido. Niños desde los 9 años hasta adultos mayores convivieron como una sola familia, cuidándose mutuamente y compartiendo cada jornada con entusiasmo.




Durante el viaje, además, se concretaron varios acuerdos institucionales que beneficiarán directamente a los estudiantes y docentes del colegio:
- El Ministerio de Educación y la Fundación CLEC: Respaldarán el intercambio escolar y la aplicación de exámenes de certificación HSK en China.
- La Universidad de Minería y Tecnología de Xuzhou: Ofrecerá becas integrales en 77 carreras ligadas a ingeniería y tecnología.
- La Escuela Normal Superior de Xuzhou: Continuará con la enseñanza de talleres culturales y el intercambio docente.
- La Escuela de Primaria de Gulou y Escuela de Modelos y Arte Vocacional: Ampliarán los intercambios con el colegio, tanto para estudiantes como para profesores.
- El Zhong Jiao Zhi Shi International Education & Technology: Brindará asesoría universitaria personalizada para los alumnos del Juan XXIII.
Estos convenios dan fuerza al proyecto intercultural humanista del colegio y abren nuevas posibilidades para el desarrollo académico y personal de sus estudiantes.







Una experiencia que ya tiene próxima fecha
La respuesta al campamento ha sido tan positiva que ya se han abierto las preinscripciones para la próxima edición. Aunque aún se evalúan fechas, se plantea realizar el viaje en mayo de 2026, para evitar las altas temperaturas, o durante las vacaciones de medio año, para no interferir con el calendario académico.
«Cada vez que regreso de China me siento novata», confiesa la directora Jennifer Paján. «Es un país que siempre tiene algo nuevo por mostrar, por enseñarnos. El puente de amistad entre Perú y China ya no es solo un concepto: ahora tiene rostros, voces y risas».



