Con representaciones teatrales, narraciones, música y creatividad escénica, los estudiantes de Inicial, Primaria y Secundaria del colegio rindieron homenaje al arte de comunicar. Una fiesta escolar que crece cada año y deja huella.
Del 9 al 13 de junio, el auditorio de Juan XXIII fue escenario de emoción, expresión y talento. Las luces, las voces y los aplausos dieron vida a la vigésima sexta edición de los Juegos Florales “Paz y Bien”, una tradición que fortalece valores, competencias comunicativas y el trabajo en equipo entre los estudiantes de todos los niveles.
Este año, bajo el lema “Homenaje a Mario Vargas Llosa”, la programación incluyó representaciones literarias, dramatizaciones y presentaciones especiales que integraron oralidad, lectura crítica, producción escrita y puesta en escena. Cada detalle, desde los títeres caseros hasta los musicales, fue trabajado con dedicación por los estudiantes y sus docentes.
Miss Carla Lizama, jefa del área de Comunicación y responsable de los Juegos Florales, destacó la riqueza pedagógica detrás de esta experiencia: «Los estudiantes no solo representan obras. Primero leen, analizan, crean guiones, se organizan en grupos mixtos, ensayan y luego ponen en escena. Todo el proceso implica desarrollar competencias lectoras, de producción escrita y expresión oral frente a un público real».
Recordó también que los Juegos Florales nacieron en 1999 como un concurso de producción escrita, pero que desde el 2012 se transformaron en un evento de expresión integral, más cercano al enfoque actual del área de comunicación.
«Hoy los alumnos construyen escenas, trabajan con inclusión, con liderazgo y con una gran responsabilidad. Ensayan incluso fuera del horario escolar, motivados por dejar lo mejor en el escenario», añadió.
La vivencia desde el escenario
Para Aura Torres, estudiante de 5º de secundaria, participar fue mucho más que una actuación: «Este año, con Los Miserables, vivimos una experiencia completamente distinta. Fue más dramática, desafiante y emotiva. Coordinamos el canto, los tonos de voz, los movimientos. Fue un verdadero trabajo en equipo, donde todo el salón se involucró».
Kiana Salgado, también de 5º de secundaria, interpretó al revolucionario Enjolras y formó parte del grupo ganador de su nivel: «Fue la primera vez que pasé del grupo interno del aula al grupo que representa al grado. Pensé que no íbamos a ganar, pero dimos lo mejor y lo logramos. Me sentí feliz y orgullosa».
En Primaria, la emoción también fue protagonista. Nicolás Flores, de 5º grado, participó en la obra La quena de oro y fue narrador: «Fue divertido. Representamos a nuestro salón con muchas ganas y obtuvimos el primer lugar. Aunque a veces da nervios, es una experiencia que nos une como grupo», aseguró.




























































Tres niveles, una misma pasión por el arte
La programación de los Juegos Florales se extendió por toda la semana e incluyó: En Inicial, los más pequeños presentaron rondas y retahílas con el tema de la amistad; por otro lado, en Primaria, se realizaron desde pregones y narraciones con kamishibai hasta obras como El barco de los niños, de Mario Vargas Llosa, presentada por los estudiantes de sexto grado.
En Secundaria, los retos crecieron: 1º dramatizó leyendas regionales; 2º presentó comedias como El Banquete; 3º llevó al escenario mitos griegos; 4º representó la vida y obra de Mario Vargas Llosa; y 5º cerró con la emotiva versión musicalizada de Los Miserables.
Además, hubo presentaciones de leyendas chinas a cargo de los alumnos de Special, reafirmando el carácter intercultural e integrador del evento.
Las puestas en escena fueron evaluadas por un jurado externo conformado por especialistas en literatura y educación, quienes destacaron la calidad interpretativa, la fuerza actoral y la cohesión grupal de las presentaciones.












































Un legado que sigue creciendo
Los Juegos Florales “Paz y Bien” no son solo un evento artístico. Son una experiencia formativa, vivencial y profundamente humana. En cada palabra declamada, en cada coro, en cada personaje y escenario, los estudiantes descubren su voz, su sensibilidad y su capacidad de impactar al otro desde el arte.
Como señaló Miss Carla: «Los Juegos Florales son valiosos porque los estudiantes no solo aprenden a hablar en público. Aprenden a leer el mundo, a escribir sus ideas, a expresarlas con emoción y, sobre todo, a trabajar juntos».
¡Felicitaciones a todos los participantes! Que el arte y la palabra sigan floreciendo en cada generación.














































