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¡Una misión solidaria!

Celebramos un evento artístico en el Peruano Japonés con el objetivo de recaudar donaciones para ayudar a la Comunidad Cenáculo “Señor de los Milagros”, en el desierto de Caral.

¡Llevando agua al Niño! Ese fue el lema con el que la Familia Juan XXIII y amigos presentaron un proyecto que uniera la solidaridad y el arte en una misma jornada. De ese modo, durante la tarde del domingo 3 de diciembre celebramos en el Gran Auditorio-Teatro Peruano Japonés este evento artístico con el objetivo de asegurar agua a nuestros hermanos de la Comunidad Cenáculo “Señor de los Milagros”, ubicada en el desierto de Caral.

Con casi trescientos niños y jóvenes en escena, el espectáculo tuvo una duración de tres horas. Ahí, se presentaron números a cargo de los talleres artísticos de Juan XXIII, el Coro de Niños del Colegio San Francisco de Asís de Huaycán y los jóvenes de la Comunidad Cenáculo.

A través de las donaciones de las mil personas que asistieron, podremos cumplir con la misión de construir una planta de energía solar que asegure el abastecimiento de agua potable y regadío a la comunidad, así como a los talleres de carpintería, productos lácteos-conservas y cerámica que se desarrollan en dicha zona.

«Sería muy largo agradecer a todos los que han dado vida a este espectáculo, sobre todo a nuestros estudiantes y al coro del colegio hermanito menor San Francisco de Huaycán; a las exalumnas y a todos los maestros del área artística, como también a todo el personal que trabajó arduamente en apoyo a la actividad», mencionó Monseñor Adriano Tomassi a través de un comunicado del colegio. «Ciertamente, merecen un agradecimiento especial Miss Sechi, Miss Ana y el amigo Carlos Andrés, además del padre Miguel Ángel Vassallo, gran conductor del espectáculo», agregó nuestro querido Padre Pachi. 

Asimismo, queremos agradecer también la Dirección del Departamento de Teatro de la Comunidad Peruana Japonesa, que con gran generosidad puso a nuestro servicio el teatro y todos los implementos necesarios. Cada uno de los que tuvimos el privilegio de participar, nos sentimos bendecidos y nos alegramos de haber dado un granito de arena para llevar el agua tan necesaria en esta misión, y así la comunidad pueda defenderse del Fenómeno El Niño.

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